“Toilet Vortex” o cómo nuestra mente nos sabotea
La mente humana es una narradora incansable. Construye historias, elabora escenarios y, a veces, nos arrastra a una espiral de pensamientos negativos sin fundamento en la realidad. Dan Harris, periodista y autor de 10% Happier, llama a este fenómeno el "Toilet Vortex": un remolino de pensamientos negativos y catastrofistas que nos atrapan, especialmente en momentos de estrés o incertidumbre. Por otro lado, el psiquiatra y Phd. Richard Schwartz, creador del modelo Internal Family Systems (IFS), ofrece una perspectiva profunda sobre cómo estas narrativas internas reflejan la relación que mantenemos con nuestras propias partes (o submodalidades de la personalidad).
Cuando nuestra mente juega en nuestra contra
Imaginemos a un hombre que viaja solo en carretera y pincha una llanta. Se baja, revisa el maletero y se da cuenta de que no tiene un gato hidráulico. A lo lejos, ve una casa con luz y decide caminar hasta allí para pedir ayuda. Pero en el camino, su mente empieza a elucubrar:
"¿Y si no me quieren ayudar?"
"Seguro me ven y piensan que quiero robarles."
"Si me prestan el gato, capaz me piden dinero."
"No, peor, seguro que se burlan de mí."
Cuando finalmente llega a la puerta, en lugar de pedir ayuda, el hombre grita furioso: “¡Sabe qué?! ¡Quédese con su mugroso gato, no lo necesito!” y se va indignado. Lo curioso es que nunca le negaron ayuda, pero su propia mente lo convenció de que lo harían.
Este es un ejemplo claro del Toilet Vortex en acción: un espiral de pensamientos negativos que nos arrastran sin ninguna evidencia real.
¿Qué es el "Toilet Vortex" y por qué ocurre?
Dan Harris acuñó este término para describir la tendencia de la mente a generar escenarios negativos de manera automática. Se trata de un ciclo de rumiación donde un pensamiento ansioso genera otro aún más catastrófico, hasta que estamos completamente atrapados en un estado de estrés sin que nada real haya sucedido.
Desde la neurociencia, sabemos que esto está relacionado con la activación de la amígdala, la región del cerebro responsable de detectar amenazas. Cuando esta se activa en exceso, reduce la activación del Lóbulo Prefrontal (encargado de tomar conciencia de lo que ocurre, de reflexionar o planificar) y genera una respuesta de lucha o huida incluso en situaciones donde no hay un peligro real.
Además, la teoría de la mente errante sugiere que la tendencia de la mente a vagar y anticipar problemas es una estrategia evolutiva para la supervivencia. Sin embargo, en el mundo moderno, esta función puede volverse contraproducente, llevándonos a la ansiedad y la parálisis cuando nuestra supervivencia no está en juego.
La perspectiva de Internal Family Systems (IFS)
Desde la teoría de Internal Family Systems (IFS), Schwartz argumenta que nuestra mente no es un ente unitario, sino un sistema compuesto por múltiples "partes internas" con roles y funciones específicas. En el caso del Toilet Vortex, es probable que la parte que genera esos pensamientos negativos sea una que intenta protegernos del rechazo o la vergüenza.
En la historia del hombre con la rueda pinchada, podemos identificar al menos tres partes en acción:
La parte ansiosa: La que empieza a generar pensamientos sobre la posibilidad de rechazo.
La parte juiciosa o crítica: La que asume que los demás no ayudarán y que incluso pueden burlarse.
La parte agresiva: La que, ante la acumulación de miedo y rechazo imaginado, decide atacar primero para evitar sentirse vulnerable.
IFS sugiere que no debemos pelear con estas partes, sino observarlas y dialogar con ellas para entender su función y disminuir su impacto negativo.
Una buena manera de conocer las partes más protagonistas en nuestros día a día, es realizando el test de saboteadores.
¿Cómo evitar caer en el "Toilet Vortex"?
Si nuestra mente tiende a atraparnos en este ciclo de pensamientos, ¿cómo podemos romperlo? Aquí algunas estrategias respaldadas por la psicología cognitiva y el modelo IFS:
Reconocer el patrón. La próxima vez que notes que tu mente empieza a generar una espiral de pensamientos negativos, detente y reconoce lo que está ocurriendo. A veces, la mejor forma de darse cuenta, es reconocer que llevamos sintiendo una emoción “negativa” (miedo, ansiedad, rabia, etc.) por más de 1 minuto.
Identificar las partes involucradas. Pregúntate: ¿Que parte está diciendo esto? ¿Es la parte ansiosa, la insegura, la criticona?. Nombrarlas ayuda a tomar distancia.
Practicar la autorregulación (o autodominio). Respiración profunda, mindfulness y técnicas de grounding pueden ayudar a calmar la activación de la amígdala.
Desafiar los pensamientos negativos. En lugar de asumir lo peor, pregúntate: “¿Tengo evidencia real de esto?” Muchas veces, la respuesta será no.
Actuar desde la claridad, no desde el miedo. En el caso de la historia, si el hombre hubiera tocado la puerta simplemente pidiendo ayuda, todo el problema habría desaparecido.
El entrenamiento mental en Inteligencia Postiva nos habitúa en este proceso de reconocimiento y acción, con un impacto positivo y evidenciable en nuestro bienstar, en nuestras relaciones y en nuestro rendimiento.
Conclusión
El Toilet Vortex es una experiencia común que refleja cómo nuestra mente puede atraparnos en narrativas destructivas sin fundamento. Al integrar el enfoque de Internal Family Systems, podemos entender que estos pensamientos no aparecen porque algo anda mal con nosotros, sino porque ciertas partes internas intentan protegernos, aunque a veces de forma poco útil.
Aprender a identificar estas dinámicas y a responder con claridad en lugar de reactivamente puede mejorar no solo nuestra relación con nosotros mismos, sino también con los demás. Después de todo, como dice Schwartz, nuestras relaciones externas reflejan la relación que mantenemos con nuestras propias partes internas.
La próxima vez que notes que tu mente te lleva a una historia catastrófica, detente un momento. Pregunta: “¿Esto es cierto, o es solo mi mente cayendo en el “toilet vortex”?” Podría cambiar por completo tu día.