Manifestación: la ciencia de colapsar realidades

El cerebro humano no está diseñado para hacerte feliz, sino para mantenerte con vida. Es de conocimiento popular que desde tiempos ancestrales, su función principal ha sido detectar patrones en el entorno, anticipar amenazas y asegurarse de que te enfoques en lo que aumenta tus probabilidades de supervivencia. Pero lo que muchas personas no saben es que este mismo mecanismo es el que nos permite manifestar nuestras intenciones y colapsar las realidades que sean congruentes con estas.

Para manifestar algo en tu vida y que se colapse en tu realidad, es necesario utilizar las estructuras y procesos que el cerebro ya emplea con fines de supervivencia. Este “hack” implica conocer que, toda información que el cerebro entiende como importante, ocupará un espacio en la memoria a largo plazo (hipocampo) y será utilizada por el Sistema Activador Reticular (SAR. explicado a continuación) para estar atentos a cualquier aspecto de la realidad relacionado con esa información.

El sistema activador reticular o SAR (antes llamado “sistema reticular activador ascendente”), que se encuentra en el tallo encefálico, es el que actúa como un filtro de información. Tu cerebro recibe millones de estímulos cada segundo, pero el SAR solo permite que percibas aquello que considera relevante para ti. ¿Y cómo decide qué es relevante? Basándose en tus creencias, emociones y experiencias previas.

Cómo el cerebro manifiesta “realidades”

Imagina que acabas de comprar un coche amarillo. De repente, empiezas a notar coches amarillos en todas partes. No es que haya más coches amarillos en la calle; es que tu SAR ahora los detecta porque ese color se ha convertido en información importante para ti. Este mismo principio es el que rige la ciencia de la manifestación.

El papel del subconsciente en la manifestación

Para que una intención se vuelva información importante para el cerebro y quede embebida en el subconsciente, es clave involucrar todos los sentidos posibles: oído, vista, tacto, olfato, etc. Puedes escribir la información, dibujarla, repetirla en voz alta, visualizarla o asociarla con olores. Cuanto más intensa sea la emoción vinculada a esa información, mayor será su impacto en la memoria (amígdala + hipocampo).

Una vez que la información ha calado hondo, nuestro subconsciente activará 3 redes neuronales dentro de una red neuronal mayor que se conoce como “Task Positive Network” (TPN):

  1. Salience Network: Reconoce lo que es importante y lo registra como tal.

  2. Attention Network: Mantiene el enfoque en el tema y detecta todo lo que guarde relación con él.

  3. Executive Control Network: Permite planificar, centrar la atención, modificar comportamientos y actuar para llevar a cabo la manifestación.

La profecía autocumplida y el peligro del pensamiento negativo

Si alimentamos pensamientos negativos que desacrediten esta posibilidad de manifestación, la Red Neuronal por Defecto (DMN) -la que se activa cuando vamos en “piloto automático”- impedirá que tomemos en serio estos procesos. Esto se conoce como “profecía autocumplida”. Si creemos que no sucederá, que no es posible o que no es real, estamos utilizando el mismo mecanismo descrito más arriba para bloquear la manifestación, y nuestra realidad colapsada será una en la que esta posibilidad no tenga cabida.

Por otro lado, si la intención es disonante con lo que realmente nos beneficia, la DMN priorizará la supervivencia y evitará que se manifieste.

La importancia de la frecuencia vibracional de las emociones

Las emociones juegan un papel fundamental en la manifestación, pues amplían o reducen el campo de energía que nos rodea. Como se muestra en la siguiente imagen, las emociones elevadas tienen una frecuencia vibracional más alta, mientras que las emociones de supervivencia vibran a una frecuencia más baja:

Son las emociones elevadas las que amplían el campo de energía alrededor de tu cuerpo. Es decir que, con éstas, eres cada vez más energía y menos materia (la materia es energía vibrando a frecuencias bajas).

Para manifestar, primero debemos sentir la emoción asociada a aquello que queremos atraer. Si buscamos amor, debemos sentirnos amados; si buscamos abundancia, debemos sentirnos abundantes. Tienes que poder sentir la emoción de que eso que quieres ya está allí. Esto refuerza la importancia de la intención en el cerebro y nos impulsa a crear hábitos alineados con nuestro deseo. La clave está en expresar la intención desde la abundancia y no desde la carencia. No es lo mismo decir: “Necesito dinero” (carencia) que “Puedo usar más dinero” (abundancia), o “Necesito una pareja” (carencia) que “Me encantaría compartir el amor que tengo para dar con alguien más” (abundancia).

Es importante destacar que somos todo lo que necesitamos y queremos, sólo que lo estamos colapsando en el mundo exterior y pensamos que es allí donde necesitamos verlo o tenerlo. Yo puedo querer una casa en la Costa Brava y puedo hacer muchas cosas para tenerla. Pero realmente lo que quiero es tener la experiencia de tener una casa en la Costa Brava, que es algo que está disponible ahora mismo para cada uno sin necesidad de tener la casa. Es decir, que confundimos lo que queremos en algo material, cuando realmente queremos lo que -pensamos- está del otro lado de tenerlo… y esa experiencia ya está en mi.

Normalmente buscamos amor, libertad, paz, sentido de valor…. y todo lo que intentamos manifestar o tener o ser, es para sentir eso.

La física cuántica y la colisión de realidades

Gracias a la Física Cuántica, sabemos que el universo funciona en un estado de superposición cuántica, donde múltiples realidades coexisten simultáneamente. Un electrón, por ejemplo, no tiene una ubicación definida hasta que se observa, momento en el que su estado colapsa en una única realidad.

Nuestra conciencia actúa de manera similar: vivimos en un mar de posibilidades donde distintas versiones de nuestra realidad están latentes. La clave para colapsar la realidad que deseamos está en alinear nuestra frecuencia vibracional con la experiencia que queremos manifestar. El cambio de nuestra percepción y emociones, nos facilitan el acceso a esa versión de la realidad.

Lo que vemos como diferentes momentos del tiempo, puesto que sólo existe ahora, es siempre el mismo momento, visto desde otro tú. Todo ya está aquí, todo es ahora. Para ver desde ese otro tú, tienes que cambiar tu frecuencia de vibración. Entonces, manifestar es elevarte a una vibración que te permita ver esa parte del ahora que antes era invisible para ti. Es acceder a ese campo de información donde todas las opciones son posibles para colapsar aquella que se encuentra con tu intención.

Ley de la reversibilidad

Si el agua puede convertirse en vapor, el vapor puede convertirse en agua. Son 2 expresiones del mismo fenómeno en distintos estados. De la misma forma, si una circunstancia en tu vida genera ciertas emociones, esas emociones pueden generar una circunstancia en tu vida.

Si recibir riqueza te hace sentir rico, sentirte rico puede atraer riqueza.

El tiempo, como ya sabemos, en realidad es solo una percepción: todo existe en el presente. Manifestar es elevar nuestra vibración para acceder a la realidad que antes era invisible para nosotros.

De la supervivencia a la abundancia

El problema es que muchas personas usan este mecanismo en su contra sin darse cuenta. Si estás constantemente enfocado en la falta de dinero, en relaciones fallidas o en la idea de que "nada me sale bien", tu SAR seguirá filtrando la realidad para mostrarte evidencia de que eso es cierto. No es que el universo esté en tu contra, es que tu cerebro está programado para reforzar lo que ya crees.

Pero cuando aprendes a utilizar este mecanismo a tu favor, reprogramando tu mente con pensamientos y emociones alineadas con lo que realmente deseas, comienzas a ver oportunidades donde antes no las veías. De allí la importancia de los programas de Inteligencia Positiva que facilito, porque nos entrenan a cambiar la dinámica de pensamientos negativos, por una en la que lees la realidad -que siempre es neutra- desde un prisma positivo, conectando con emociones más elevadas, que nos sitúan en la senda de manifestar amor, plenitud y abundancia.

En resumen, la manifestación no es magia, sino la convergencia de neurociencia y física cuántica aplicada. Se trata de una reprogramación consciente de nuestras redes neuronales y un ajuste de nuestra frecuencia de vibración para alinear nuestra percepción con la realidad que deseamos experimentar.

Entonces, para manifestar otras realidades en tu vida:

  1. Definir una intención clara (lo que deseas manifestar).

  2. Repetirla y asociarla a emociones intensas asociadas a lo que queremos manifestar (para que el cerebro la registre como importante).

  3. El SAR comienza a filtrar la realidad, haciéndote notar oportunidades, personas y recursos alineados con tu intención (Salience Network).

  4. Tu cerebro activa redes neuronales (Attention & Executive Control Network) que te impulsan a actuar, lo que hace que la intención deje de ser solo un pensamiento y se convierta en una realidad tangible.

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